En pocos segundos, las llamas amenazaron con invadir la vivienda donde funciona el taller, mientras los trabajadores llegaron con agua en baldes y laavaacaras pero nada detenía la intensidad del fuego, Javier Parrales, vecino del lugar, llegó con un extintor y logró sofocar las llamas, "como vecinos, estamos prestos a tu dar siempre" recslcó.
"No me di cuenta que un cliente me dejó el diluyente cerca y una chispita prendió llamas", explicó Javier Tomalá, dueño del taller de soldadura donde se reportó el conato de incendio.
@JavierDrouet
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